Pare Pere, Valencia. Verano 2.016

Esta semana he podido conocer la propuesta gastronómica de Pare Pere, restaurante situado en la zona de Canovas donde encontramos gran cantidad de locales. En una esquina de la C/ Conde Altea, en el nº 35, con su terraza donde comer o tomar una copa casi todo el año. Ventajas del clima tan estupendo que tenemos en esta ciudad. 


Su propietaria es Concha Castillejo (abogada de profesión, cocinera/tabernera de vocación…). Como nos explicó, Pare Pere  tiene sus orígenes en un pequeño bar de la calle Pare Pere de Denia (de ahí su nombre). El bar cerró sus puertas en 2012, pero que mantuvo su nombre en el proyecto que arrancó a continuación en Valencia en Junio de ese mismo año.

Durante la comida conoceremos su parte romántica y solidaria. Participa con proyectos de apoyo a pequeños productores, colaboración con la recaudación de fondos para “Casa Caridad” y ofrece en su carta las “croquetas solidarias” y “sus empanadillas de titaina”, donde  parte de los ingresos de estos dos platos los redirige a mantener a dos familias con pocos recursos.

Me presento a la hora indicada, al entrar veo parte del producto con el que cuentan para ese día. 


La propia Concha nos explica su filosofía al abrir Pare Pere en Valencia: "Un proyecto de alguien que sólo quería dar de comer bien , en un ambiente agradable como si de su casa se tratara, y a un precio ajustado".

Mientras esperamos que lleguen todos los asistentes a esta presentación de carta, una cerveza,  un vermouth y unas "papas" chip de formato grueso que estaban muy buenas.


Las fotografías de la pared recuerdan los orígenes del local...


El Menú consistió en lo siguiente:

- Cartucho de chips caseras, ya comentados anteriormente.


- Gamba roja de Denia. Producto.


- Croquetas de jamón de Concha.


- Empanadillas de titaina.


- Flor de calabacín en tempura, rellena de sobrasada ibérica y miel.


- Lata de boquerones en vinagre de sidra y vino blanco con aceitunas y chips caseras. Con el vermouth que buena pareja forman. Una opción para compartir tertulia.


- Lata de bonito casero y tomate del Perelló con cebolleta.


- Cartucho de escombros (calamarcitos fritos).


- Fideuà de langosta y zamburiñas como plato principal.


Los postres consistieron en dos variedades de tartas caseras. De cerveza negra Guinness y de plátano con dulce de leche. Les acompañó una mistela de Teulada.


Durante la comida un vino blanco, en esta ocasión el Viognier de Cent Piques (Fontanars dels Alforins).


Un proyecto interesante, en una zona de la ciudad donde hay que hacerlo bien para destacar del resto. Recordar que se encuentra en la calle Conde Altea esquina con Ciscar.